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!Viva la república!
fue el canto alumbrador de un 14 de Abril de 1931.
No tardaron en contestar con fuego de artillería ,
para matar ese nacimiento y ese canto.
Se llenaron las casas, los caminos, las zanjas de muertos.
A cuatro pasos del cementerio de Castellón,
está el monolito que recuerda a los fusilados.
Arrancamos malas hierbas con las manos
para depositar flores con los colores republicanos.
Un 14 de Abril somos cinco,
junto al memorial de las víctimas del fascismo.
El día es sereno y tranquilo;
el cielo azulado.
Un pino descansa sobre el poste de una luz,
los setos de los jardines han perdido su forma.
El río seco arrastra un reguero de agua,
parece remota la muerte, lejano el recuerdo.
Y que cercana y conocida es la represión de ayer.
La misma que llega hasta hoy.
Cerca del cementerio y del monolito los coches pasan.
Los transeúntes deambulan,
se construyen nuevas carreteras,
se levantan viviendas sobre las caídas.
Se olvidan los que viven de que algunos mueren por decir viva la república,
otros por escribir una sátira.
Los días serenos y tranquilos son los que construyen el olvido.
Ángel Blasco.
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