viernes, 16 de septiembre de 2016

La Albufera, un paisaje que merecía un mejor destino

La Albufera, un paisaje que merecía un mejor destino.
Antes de pasar a poemar el viaje de ayer a las tierras de la Albufera, dejo las fotos de un lago y unas tierras que se han convertido en un monótono bostezo, en un desierto de agua turbia, lenta, casi sin movimiento, repleto de mana para los cangrejos  americanos.
A su alrededor hay pueblos  como El palmar, Sueca, Sollana, que han salido del lago, y de ese mundo del barro.
Cañas y barro es un ensueño fantasmal,  tan distante para los que viven en la orilla de la albufera, como para alguien de Madrid o Bilbao.

















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