lunes, 9 de abril de 2018

!Maldito Psicólogo!- San Vicente Ferrer.


(Anotaciones sobre este patrimonio cultural de San Vicente en Vall d´Uixó para el blog de patrimonio, revisar para los episodios nacionales cuando se pueda)
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En 40 años de una penosa democracia en España, apenas se han visto modificadas las costumbres y tradiciones religiosas. Incluso que ante la irrelevancia del país en el siglo XXI, y su incapacidad manifiesta, así como la voluntad en general de sus habitantes de mejorar su sociedad, las costumbres religiosas  aumentan como triste consuelo de unos pocos imbéciles, y una gran mayoría silenciosa.  El conflicto entre los asuntos religiosos y civiles no está en la agenda ni el animo. Así, hay ministros del gobierno que cantan al Cristo de la Guerra en procesiones de semana santa junto la legión, o el Ayuntamiento de Vall d´Uixó, donde la izquierda progresista cuelga desde el balcón del municipio símbolos de la Sagrada Familia. Por eso, no es de extrañar que en este tipo de sociedad la festividad de hoy, donde es el festivo más importante del País Valenciano dedicado a una persona,! lejos de estar dedicada a alguien bueno para toda la sociedad! como pasa en la mayoría de lugares. Por  citar un ejemplo folclórico.  En Estados Unidos celebran el día de Martín Luter King. Aquí,  en mi tierra, Valencia, esta dedicada a San Vicente Ferrer. Un hombre que tenía visiones terribles, e iba por toda Europa a lomos de un asno hablando de la llegada del  anticristo y el apocalipsis. Hoy en día si viviera y mantuviera su personalidad integra como en aquellos tiempos, estaría en un frenopático, en una banda de heavy metal,   o detenido por apología de antisemitismo y formar grupo parte de un grupo terrorista de extrema derecha. Porque en el fondo de este día, la terrible verdad la adivinó San Vicente, y es esta su última revelación:
 Dios ha muerto y San Vicente también.
Todo la representación de hoy es algo fantástico , desde las misas en la calle, los altares en las esquinas, la feria...pues introduce un admirable grado de irracionalidad y fanatismo pasivo  en nuestra sociedad. ! hasta el progresismo se vuelve teológico! Yo personalmente aborrezco más a los progresista, que la brutalidad lasciva de los Santos. A la mayoría de personas les da asco lo que hacían con sus vidas, seguir caminos tortuosos y siniestros en nombre de una verdad reveladora, tan ilógica que es verdadera e irrefutable. Los Santos dan ganas de vomitar. Sin embargo he querido torturarme porque tengo mucho de santo. He acudido a una misa en la plaza de San Vicente. Antes de llegar, he paseado por las inmediaciones donde se desarrollaba  feria. No prestaba mucha atención a la multitud que pasaba por mi lado. Supongo que es humillante decirlo: pero los desprecio mucho. En un momento que he alzado la cabeza, no sé bien el motivo que me ha empujado ha hacerlo, si era una señal divina, he visto unas mantillas de San Vicente entre una pancarta publicitaria  de alguien que se dedica al adiestramiento de perros. Una profunda carcajada ha salido de mi boca ante tal asociación lógica. Entonces he percibido que estaba  rodeado de un grupo de mujeres jóvenes y sensualmente vestidas y hombres de gala. Me he dado cuenta de que estaba rodeado de  hombres y mujeres  vestidos de festivo llenos de deseos. Oh santos del cielo, seré un filosofo porque les he detestado por este motivo! Mi orgullo ha crecido al ver que Yo desentonaba, pues andaba con harapos polvorientos de trabajar el huerto, donde por cierto, me acababan de robar casi todo lo que había sembrado. Lo que me ha hecho recordar que tenía hambre En una parada que vendían embutido he comprado una mano de cerdo que he metido en un bolsillo. Con la mano de cerdo he entrado a misa. Y mirado a mi alrededor a los que comulgaban y les he negado con la cabeza.-
 ! Qué poco arte tienen para ir a misa!
 ! qué fácil es darles un ideal  y que lo sigan, aunque esconde la nada! Muchos iban solo a la ermita de San Vicente  a tocar la campana. La campana los une, la campana los llama.
-Si, acudir a San Vicente- he dicho desde la puerta  en la sencilla y humilde ermita ya ante la imagen del santo- ya no va sobre su asno como hace setecientos años, ahora lo lleváis en vuestros hombros.
He notado varias miradas extrañadas cuando he sacado un dedo de cerdo, y he imitado con este la famosa postura del dedo de San Vicente con el que hacia milagros. Me ha dado asco hacer eso, y he dejado el dedo de cerdo en el cajón de los pobres tras llevarme la calderilla que he tirado a primera alcantarilla que he encontrado arrepentido de mis actos.
En casa al entrar he notado algo que había guardado en el bolsillo. No lo he contado, en misa un viejo con melena y larga barba después de verme sacar la mano de cerdo ha puesto un folleto en mi bolsillo. Yo estaba tan abrumado en misa que casi no me he dado cuenta.
Es una guía  de fiesta de Vall d´Uixó- he dicho contemplando aquello sin darle importancia. Al abrirlo ha caído un papel-
Al recogerlo se leía:
la última visión de San Vicente, la acción ocurre en Vannes, donde morirá el santo.
Y dice así su último  Amen.
En los ojos míos se derrama un estanque,
en los libros de fiesta sale mi nombre: San Vicente.
Formo parte del patrimonio estéril de mi Valencia.
El mar me ha devuelto a está orilla, sé que nunca regresaré.
Dentro de poco seré polvo y arena entre las ruinas de Vannes.
Y cuando se celebre mi día en mi tierra,
!Nadie pensará igual que Yo!
Y sin embargo se empeñan en levantar un edificio sobre mis ruinas.
Es una calumnia, porque en está visión se me revela el futuro.
El hombre se ha liberado a imitación del demonio.
Ha matado a Dios en su arrogancia y me han matado a mí.
Suya es la voluntad, ya no descansa en Dios.
Solo hay crímenes y delitos, lujuria, mentiras y ciencia.
Satán ha vencido, es el hombre libre.
(San Vicente hace una mueca de espanto en su cuarto. Se retuerce, grita, parece poseído. Escucha una voz que se ríe de él, llega del siglo XXI)
Te has convertido en un personaje folclórico y ridículo. Los niños se hacen fotos ante tu imagen. te rezan y nadie tiene Fe, ni tiene idea de quien fuiste.
San Vicente ante lo inevitable, sonríe amargo.
mejor hubiera sido estar callado y no haber salido de mis tierras valencianas a predicar en un asno.
Ahora muero solo y sin sentido. Mi obra no ha servido de nada. EL anticristo me ha vencido. Toma mi cuerpo, toma mi alma.
! Maldito psicólogo Nietzsche!
Porque Dios ha muerto nos has condenado a todos.
( San Vicente de una voltereta y queda con la cabeza en el suelo y los pues en el aire muerto)
Al leer esto he caído de rodillas lleno de lágrimas diciendo-
Te quiero mucho San Vicente.
amen.
Angelillo de Uixó.
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