Itinerario turístico de Vall d' Uxó.
El Ayuntamiento de Vall d' Uxó apostó por entregar los recursos de la comarca a una pequeña oligarquía de familias: Los Segarra, Los Ventura, los Mateu.
Han venido, han vencido y se han ido esquilmando los recursos.
Sin que sus despropósitos y fechorías mengüen ni cunda el desanimo por la crisis, continúa realizando sus ejercicios cabalistas sobre nuestro hechizado pueblo.
Miopes de ideas las autoridades gritan a nuestro pueblo sordo y minusválido, ahora que el turismo esta en crisis, que apostarán por el.
Para dinamizar el turismo han encargado la realización de un singular artefacto con el que arrancar la rueda de dicha actividad. La realización de una guía.
La misión a recaído en unos chiquillos de currículo comprometido: Demasiado inquietos, problemáticos y desobedientes en las aulas, y demasiados vírgenes para abrirse paso por si mismos en las calles a golpe de hierro.
Desechados de la formación reglada son concentrados en escuelas-taller.
El Ayuntamiento al igual que padres, antiguos profesores y la sociedad , no quieren saber lógicamente nada de estos infantes. Pero victimas las autoridades de eso tan repugnante llamado propaganda han elaborado un parche, una telaraña que retendrá a estas criaturas durante un año mediante un secuestro revocado de proyecto formativo.
Estos días se observan estresados a los trabajadores sociales.
Realizan todo tipo de llamadas, tramitan operaciones, se mueven por los despachos con fardos de dossieres pareciendo la concejalía de bienestar social el parquet de la bolsa. Hablan con empresas sobre tasas, facturación, valor de la mercancía. El gabinete psico- social intercambia con los empresarios la cartera de negocios. En esa cartera están los nombres de los alumnos más infames, la de los chiquillos desatendidos por sus profesores al tener problemas mentales o ligeras dificultades en el aprendizaje. Los nombres y apellidos de adolescentes victimas de violencia familiar, desatención...
Todos estos púberes representan una oportunidad de negocio. Los adolescentes problemáticos son la principal fuente de riqueza nacional movilizando cientos de empresas dedicadas a la formación no reglada, pagada por inagotables subvenciones europeas. El precio por cada cabeza de adolescentes de 3ª categoría es alto. Tal es así que la economía dinámica se ha ampliado con nuevos productos debido al el éxito con los jóvenes. Ahora tenemos en las escuelas-taller obreros viejos o sin formación, alcohólicos, heridos en accidentes laborales, madres solteras o victimas de violencia de genero, enfermos crónicos de sida, presos en régimen de vigilancia tutelada, imbéciles y un largo etc. que cada día aumenta .
Se reparten a dentelladas este pastel las administraciones y los empresarios, ya que cada individuo en peligro de extinción representa un beneficio empresarial de más de 9.000 euros.
Muchos chalets con piscina, Audis, Mercedes, noches de orgías en Benidor han sido pagados por las dificultades intelectuales y sociales de estos adolescentes y obreros desecho.
Vall d' Uxó, como todos los municipios españoles posee entre sus habitantes un nutrido grupo de estos infantes, adolescentes, adultos y ancianos. Tantos como para colmar el inagotable estomago de los empresarios, trabajadores sociales, funcionarios, políticos, psicólogos... pero su avaricia es tan grande que desearían que su número fuera mayor, ya que como hemos explicado esta mercancía autóctona autentificada con el padrón municipal, es como el cerdo, que se aprovecha todo.
De entre todas las escuelas-taller de Vall d' Uxó, con todas sus deficiencias, mascaradas comerciales, inutilidad y aprovechamiento del sufrimiento ajeno, a este narrador solo le interesa una por coincidir con los intereses de un ilustre al que le esta realizando la biografía: angelillo de Vall d' Uxó, noble caballero, natural de Valencia y único hombre de talento en estas tierras.
Andaba angelillo preparando una guía turística para un concurso que tendría lugar en inminentes vísperas. Pensaba con razón que nadie podría superarle y suponía que la realización de la guía le encumbraría a la altura de Cervantes y Miguel Hernández. Veíase con su nombre grabado en la placa de una calle céntrica y bautizando colegios. Pasaba para conseguir esto, largas horas sacrificado en la biblioteca mirando documentos antiguos con los que sorprender al futuro viajero con leyendas e historias locales. Estando una tarde en el archivo notó la mano del hijo menor de una antigua familia de judíos venidos a menos con el transcurrir de los siglos. Era González Carnicero, un joven de nariz aguileña por la que resbalaba constantemente unas gruesas gafas que con el dedo volvía a colocar. Poseía una cara enjuta y labios carnosos, rojos y groseros. Rostro poco agraciado y común en la raza de circuncisos. Este sonriendo, mientras hablaba escupía saliva, defecto que no podía controlar por tener un diente roto. Le comento con su mal castellano mezclado de valenciano, que a todo un grupo de alumnos de una escuela taller se les habían encomendado hacer una guía turística para el concurso. Esperaba el judío que angelillo se preocupara por ello. Ya que para su infortunio y desazón González solo era feliz cuando a los demás menguaban las riquezas y eliminaba las expectativas ajenas. Su mayor placer era contar sus monedas y preguntar a las personas con las que se encontraban cuantas monedas guardaban, con cuanto dinero pasaban el mes y consideraciones de estas índole. Era muy feliz si las cantidades del estipendio fueran menores que las suyas. Todo lo demás le era indiferente.
Angelillo le sonrió sin hacer caso, y lleno de humanidad decidió poner todos sus conocimientos al servicio de estos alumnos. Sabedor del sufrimiento e injusticia a la que están sometidos las personas en las escuelas taller de España, sin importarle al dar sus amplios conocimientos y perder la subvención. Esto no le importaba ya que él no era un judío, sino un caballero. Siguió estoicamente elaborando su guía. Angelillo dio las gracias al judío por la información y lanzó una moneda dorada de 10 céntimos al suelo que corrió por este en dirección a la puerta de salida. El judío González se fue tras ella y desapareció muy contento.
Guía turística de Vall d' Uxó realizada por angelillo para presentar en el concurso de Mayo del 2010 en la concejalía de turismo, Avda. Jaime I, 34.
Empezaba angelillo haciendo una discreta localización:
Vall d' Uxó es una población del sur de Castellón que guarda grandes tesoros. Uno de sus emblemas turísticos son las cuevas de San Josep donde se encuentra el río subterráneo más grande de Europa, y el lugar de arranque de las primeras estribaciones de la sierra de Espadan.
La cueva ha sido habitada desde la prehistoria. Su caudal de agua sirvió para diversos grupos de caza-recolectores habiendo pinturas rupestres en la entrada de la cueva.
El río subterráneo es navegable. Nos adentraremos en sus silenciosas aguas llenas de oscuridad y misterio guiados por unos lacónicos carontes que nos transportaran en sus góndolas señalando llenos de apatía y aburrimiento lugares visitados por ellos mil veces.
A pocos metros de la cueva de San Josep, compartiendo el mismo espacio geográfico se encuentra el restaurante la Gruta.
Los orígenes de esta empresa serán mencionados en nuestra guía, por ser parte de la economía dinámica del pueblo, sector en desarrollo que ayuda a nuestro crecimiento personal y social ya que crea puestos de trabajo de muy alta calificación como los de los tristes gondoleros de la cueva vecina.
Historia de la creación del restaurante la Gruta, y los maravillosos hallazgos allí encontrados.
Los orígenes de esta empresa nos sitúan en el primer año de nuestra democracia.
En diciembre de 1976 se estaban realizando los trabajos de acondicionamiento para realizar el restaurante de la Gruta.
Durante años esta cavidad había pasado desapercibida descansando en un largo sueño. Era custodio el lugar de grandes enigmas de los primeros pobladores de estas tierras. Hasta que un funesto empresario decidió establecerse en el que era un bello paraje intacto.
Contrato una máquina para vaciar la cueva. Nada más empezar a extraer la tierra empezaran a salir huesos, hachas, raspadores, material lítico...
Como ocurre en estas ocasiones, al jolgorio de la actividad de la máquina se junto mucha gente. Mayoritariamente en este grupo estaba formado por abuelos que observaban con placer el trabajo. Algo fallo en esta cadena. Hubo un vuelco muy extraño en los acontecimientos. Ante tanto descerebrado hubo un hombre que aturdido, temblando por lo que veía se fue corriendo al departamento de arqueología provincial. Era el Señor Ángel Solsona Montón, el cual notificó que en la cueva que estaban vaciando había gran cantidad de materiales prehistóricos.
El empresario habiendo visto que el señor Ángel había estado husmeando entre la tierra se acerco, y vio cosas que no terminaba de comprender pero que le sorprendían, como los hueso, las hachas... y parándose un momento para pensar, quitándose la boina y pegándose pequeños golpes en la calva, dilucido que tendría problemas con las autoridades.
Era el momento de almorzar cuando el maquinista paro motores y bajo para ir al bar. El empresario se fue hacia este, lo llevo a un rincón y le amenazo con no pagarle si no volvía la maquina y seguía a toda velocidad con su labor. El obrero protesto un poco, pero tras recibir un par de bofetadas y amenazarle con no pagarle claudico. Sin almorzar, gruñendo las tripas y con la garganta sedienta y necesitada de un buen trago de negro vino, el maquinista trabajo a toda velocidad. Los arqueólogos le dieron ventaja al empresario. Nunca se presentaron, los únicos que por allí aparecieron fueron un grupo de estudiantes. Más parecía aquello una excursión que una excavación. Sin apenas herramientas, del suelo empezaron a sacar material prehistórico.
Denominaron a la cueva Can Ballester.
En el momento de su descubrimiento se encontraba fértil y completamente intacta, lo que hace más lamentable la irreparable destrucción del que fue objeto.
Los estudiantes de entre montones de tierra tirados por la máquina rebuscaban utensilios prehistóricos ante la mirada despectiva de los abuelos y los transeúntes, ya que en la jerarquía de los oficios siempre se ha calificado a los del pincelito como trabajadores medio afeminados y que paralizan el trabajo de los hombres de verdad, como el maquinista que estaba rabiando con el estomago vacío y a punto de bajar de la máquina para pegar a los tiernos estudiantes.
Los estudiantes percibieron que a escasos metros de la entrada principal se divisaban dos covachos laterales intactos donde se querían construir las cocinas. Consiguieron tras muchos ruegos unos permisos para realizar una excavación de emergencias en las dos covachas, que llamaremos covacha 1 y covacha 2, encontrándose material neolítico antiguo del 5000 a J.C.
La Cova Gran de Can Ballester, aunque no es demostrable por qué desapareció ante la mirada de los transeúntes, el empresario y el maquinista, se encontraron materiales con cierto sabor epipaleolitico ( o sea de mayor antigüedad que los de las covachas) aunque por su destrucción hemos de apuntar que nunca se sabrá.
Fin de la breve historia del restaurante la Gruta.
Regreso a la guía turística. El poblado de san Josep.
No solo cuenta esta pequeña colina con el río subterráneo más grande de Europa, sino con varios punto de prehistoria.
La cueva de San Josep, ocupada desde el paleolítico datándose la ocupación del 15.000 a J.C, actualmente conocido lugar de recreo con gondoleros golondrineros.
La Cova de Can Ballester y las covachas, restaurante y cocinas, donde estuvieron nuestros ancestros. Tras su expolio se ha convertido en un restaurante en cuyas sacras entrañas hoy sirven menús para celebrar cumpleaños, divorcios y comuniones.
En estas cuevas de las que hemos perdidos sus tesoros, sus misterios ancestrales. Actualmente los fines de semana grupos de chiquillos impertinentes y madres pijas cantan el feliz cumpleaños y a veces en inglés. Los camareros sirvientes dóciles y mal pagados, soportan gritos, malos modos, se arrastran serviles por la cueva trasportando diligentemente cubalibres para los padres e invitados de comuniantes.
Donde vivía el hombre prehistórico, hoy, con la economía dinámica y creativa de Vall d' Uxó todo eso es aplastados por unos vulgares fogones, una cafetera expres y una caja registradora.
Saliendo de las entrañas de la tierra: los hijos de los hijos, de los hijos, de los hijos, del hombre prehistórico siguieron en el lugar, pero abandonaron la dura roca para subir a la colina.
Del 15.000 a J.C al 5000 a JC para llegar a la Edad de Bronce.
Los hombres viven ya en casas y se encuentran arriba de la cueva, en lo alto de la colina. Todavía se pueden ver las torres, parte de la muralla.
El poblado de San Josep posee varias fases de ocupación.
La primera de ellas perteneciente a la Edad del Bronce. La segunda a la época ibérica y la tercera a un momento tardorromano.
Tras el abandono del primitivo poblado Edad Broce Final, s VII a JC, hasta la aparición de las primeras cerámicas precampanienses 425 a JC. se produce un momento de desocupación del yacimiento.
En el a II a JC. se vuelve a desocupar, hasta volver a ocuparse en el s IV de nuestra era.
Todo esta rica historia no ha servido para ultrajar con el mismo estilo sucio, despreciable, insultante, que el realizado por el empresario del restaurante la Gruta y demás cuchitriles. Labor a la que se ha entregado la oficina de turismo que no tiene vergüenza en ocupar su ración de cueva.
En el mismo orden de acontecimientos hace unos pocos años se convocó un concurso para realizar una pasarela que bajara hasta el poblado de San Josep.
El concurso estaba hecho a medido de la empresa Aluminios Mateu, que sin pudor obtuvo el premio.
Así que sobre el poblado de la Edad del Broce, el Íbero y el tardorromano colocaron una larga y serpenteante pasarela de aluminio que no acaba de casar con el entorno, ni nunca lo hará. Destrozando visual y medioambientalmente el paisaje y la historia.
La concesión empresarial creo puestos de trabajo de muy alta calificación de parados de larga duración durante un mes. Algunos de aquellos jornaleros, medio muertos de hambre ya entonces, imaginemos con la crisis como están hoy, siguen vagando por los servicios sociales buscando que les den faena.
Desde la pasarela podrá ver el viajero el barranco de lo que fue el río Belcaire y observar como se fueron dos millones de euros barranco abajo con las diminutas flores que allí crecen tras una ligera inundación. Fue construido el paseo, los puentes, a dos palmos del río. Una débil tormenta basto para dos o tres años después de su construcción que se lo llevara, junto con la recaudación de muchos ciudadanos que fueron a parar a manos de un empresario y algunos burócratas. Si nos quedan ganas de levantar la vista frente a nosotros veremos un paint ball. Empresa que antes de su inauguración quebró. Dicha empresa del sector dinámico del ocio esta dedicada a que grupos de personas emulen la guerra y se persigan con pistolas que vomitan bolas de pinturas, disparándose corretean por la montaña. Para realizar estas instalaciones arrasaron una zona de algarrobos, oliveras, almendros, huerta, y han colocado un gran numero de coches volcados y pintados de verde para que sirvan de refugio de los disparos. Las instalaciones de esta empresa imitan un ambiente de guerra urbana. Si desde la pasarela giramos la cabeza, veremos un inmenso cráter de tierra amarillenta donde la empresa Hermanos Ventura, afortunadamente con un Ere en estos momentos, esta realizando una macro-urbanización. Y si levantamos nuestra cabeza en la pasarela veremos una pista de ciclista por las montañas que esta destrozando los ribazos y el ingente patrimonio de la guerra civil, lineas XYZ.
Así mismo mencionar en esta guía, Capitulo I Paraje de San Josep, que en la guerra civil Vall d' Uxó fue bombardeada muy duramente, sobre todo por la aviación italiana. En las cuevas de San Josep la población se refugiaba.
Cosa hoy impensable, ya que pediría el gondolero el ticket, siendo preferible que te caiga una bomba que pagar lo que se paga por entrar a las cuevas.
Angelillo con el deseo de que vengáis a visitar su maravillosa tierra.
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