viernes, 26 de agosto de 2016

Al parc

El següent relat ha estat publicat el dia 26/08/2016 a laveupv.com i forma part d'Episodis de J.V. Al Parc He passejat per González Chermà entre bancs de taulellets i un humil homenatge a l'alcalde republicà. M'he assegut llegint a Poe al costat del Templet, prop de l'escultura de Francesc Tàrrega dedicada pels seus amics i admiradors. Al voltant un grup de romanesos jugant, els iaos amb garrot i gos ofegat, els estudiants amb auriculars i apunts a la motxilla i esportistes amb ulleres, pantaló curt i sabatilles de marca. En un banc seuen amb el tetrabrik de vi lamentant la mala vida i la sort esquerpa. La roba renegrida, barbats i monyo grasós enceten el camí amb la motxilla de misèria. Obliden amb el cap baix en alcohol i fum dels cigarros per seguir el camí d'itinerància odiant la societat. Als vianants, jubilats i esportistes en moviment, l'emigrant ofereix la mercaderia d'ulleres, polseres i gorres estiuenques. Les commemoracions ixen entre branques per honorar bustos i estàtues d'insígnies personalitats. Entre les maranyetes els gossos esplaien els plaers engolits, els avis deixan caure el temps i els xics reneguen a la iaia que, esgotada i sense esma, estira el braç del nét. La lectura em foragita el cap en la visió de monstres viscosos amb potes i un sol ull. Es una sensació horrorosa de grans caps sinistres que amenacen la població. Alguns diuen que es un càstig pel nostre mal comportament. Mire l'Obelisc dedicat a la victòria liberal enfront els carlins -en realitat un mite que magnifica els fets bèl·lics- i veig al fons la Gran Creu Franquista. Immediatament m'assegure que he tancat bé el relat.

martes, 23 de agosto de 2016

Arbres tallats a La Vall d'Uixó ?

Tallen arbres en La Vall d'Uixó ? Estaven malalts ? Destorbaven ? Fa uns anys Esquerra Unida demanava més arbres i ara es tallen ?

Molí de las Pisadas

En un camí que comença a Calomarde (Terol) transcorreix entre el barranc de La Hoz i el riu Blanc. Anem pel canó dels Arcs i trobem la presa dels Ofegats. Hi han passarel·les que van damunt del llit del riu. Es un sender pla que arriba fins al poble de Frias. Ací deixem unes fotos del riu i el Molí de las Pisadas.

jueves, 11 de agosto de 2016

50 años después

Los quintos que cumplen 50 años este año han decidido realizar una cena en Aliaga. En estas reuniones es inevitable los recuerdos y las anécdotas del tiempo de infancia y juventud. Para la mayoría era el tiempo estival que empezaba cuando Perfecto nos trasladaba desde Teruel en su viejo autobús con asientos de escay en un trayecto con sucesivas e interminables paradas. A su llegada empezaba el veraneo que transcurría en la piscina, la biblioteca, el rio, el castillo, la plaza o el campo de futbol. A pie o en bicicleta se disfrutaba de la libertad en el espacio y el tiempo. También nos movíamos a la Porra y la Cederilla, lugares de ocio para hablar y comer pipas 'La Cumbre'. De buena mañana nos despertaba la corneta de Marcelino, el alguacil, con: -Se hace saber que…en el bote se vende! Y por la noche toda la chiquillería a jugar a plante alrededor de la bola sin hora de regreso a casa. Los domingos misa de doce en la Ermita de la Zarza. Con la camisa y el pantalón más nuevos nos dirigíamos camino de la Ermita para escuchar a Clemente. Luego era la hora del aperitivo en los bares La Parra, El Rey y Los Cortantes. El Economato de la empresa, la Central Térmica, era el gran almacen para las compras. En un gran mostrador te ofrecían ultramarinos (establecimiento comercial que vende diversos productos) y pan con el pago a la cajera, Ramona. En el pueblo había otros comercios como Pilarín, Augusto, Bernarda y la venta ambulante (sobre todo la esperada llegada del 'de Fuentes'). También Alicia, muy simpática y agradable, nos vendía leche en su casa. Había comercios especilizados como las carnicerías de los Cortantes y Teodora o la ferretería de Máximo. Como peluquerías de señoras Primi y Mari; para los caballeros Cristóbal nos peinaba con la raya y una onda en la frente. El horno de Vicente tenía una puerta doble, desvencijada y de gastada pintura verde. Con intenso olor a pan te asomabas al interior llevado por el olfato y la curiosidad. Las mujeres preparaban ricas pastas caseras con moldes de aluminio en una amplia mesa preparada para ello. La mujer de Vicente, Palmira, te lo vendía mientras ponía orden en la algarabía del establecimiento. Al final del pueblo, en un bajo, Rufino arreglaba las bicicletas y tras su jubilación como mecánico Germán tomó el relevo. La botica o farmacia se emplazaba en un bajo luego reconvertido en un comercio. El suelo era de viejos listones de madera que crujían al andar y a la llegada del coche de línea Félix recogía los paquetes médicos por una propina. Timotea con un timbre de voz particular y unas gruesas gafas atendía en el estanco. Al fondo de la entrada de la casa se encontraba una ventana para el despacho de tabacos. Para llamar por teléfono nos atendía Marina a través de unas clavijas. Hablábamos en una cabina pero nuestra conversación era escuchada por los vecinos que esperaban turno. Como enterrador, basurero, jardinero o desatascando un emboce se ocupaba Santiago 'El obrero' y posteriormente Antonio. Don Antonio sustituyó al médico de la empresa, Don Octavio, y pasado los años se construyó una clínica para atender a los pacientes. Lázaro, con barba y de edad indeterminada, aparecía por el pueblo de vez en cuando. Iba solo y recogía pieles de conejos. Para los chavales su presencia era un misterio y siempre se le respetó por sus conocimientos del campo. Es una época pasada pero no olvidada al formar parte de nuestras experiencias. Son historias de vida de Aliaga que se insertarán en las conversaciones de la cena. A los fontaneros