A finales del año 2018 tuvieron lugar una serie de
manifestaciones de propietarios
de cítricos en más de 20 municipios del País Valenciano. Estas
manifestaciones fueron camufladas bajo las siglas:
” Plataforma por la dignidad del labrador”
Aunque entre los propietarios de las tierras, de labraza, lo
que se dice de labranza, la verdad, poco o nada sabían, pero exigir dinero, si
sabían.
Os contaré lo más fielmente posible en la casualmente yo me metí. Fue después de pasar
parte del día en la charca de San José recogiendo agua con una regadera y unas garrafas que cargaba
hasta mi huerta para regar las tablas de guisantes, habas, borrajas, lechugas,
zanahorias... EL ocaso se precipitó hacia las 18:15. la luna creciente se
reflejaba en la charca junto unos tiernos brotes de juncos que emergían
cargados de un verde frescor de menta en medio de la húmeda charca. Esta tendría un nivel de medio metro de agua de cristalinas aguas.
Es lo poco que quedaba retenido del río Belcaire que se iba secando poco a poco
tras las lluvias, adquiriendo su blanco almidonado de barranco seco habitual. Un
viento cálido de poniente se mecía entre los arcos del puente, cuyas
tonalidades rosas constataban con el paisaje de marismas por el que
sobrevolaban varios murciélagos atrapando insectos. Mi pie me falló cuando ya
me iba. Siempre pasa lo mismo al final de la jornada. Resbaló conmigo de la
roca con la pesada carga de 30
litros de agua. fui a dar sin poder aferrarme a nada al
fondo, acabando con el agua hasta las rodillas. Salí de allí arrastrando dos
garrafas que cargué en la carretilla. Los huesos me dolían. Dicen los expertos que
es el mal habitual de los agricultores: riñones, huesos, columnas son
machacados sin misericordia desde hace miles de años y entre todas las
culturas. los expertos agricultores mayas se desriñonaban, en el fértil Egipto
a los cuarenta iban los campesinos hechos un pictograma, los agricultores
chinos del arroz las rodillas no las sentían, los iberos a Dios campesino lo
maldecían, los germanos al azadón le temían más que al martillo de thor, y los
griegos preferían que un rayo de Zeus les matara a seguir trabajando en los
olivos después de los cincuenta, y así en cada una de las civilizaciones, era universal
el mismo dolor en el agricultor. Una vez
se hizo oscuro me mezclé entre los habitantes de Vall d´Uixó para ir a la
biblioteca. Caminaba entre un paisaje de las luces de navidad, entre ensayos de
los cantos de villancicos de los niños, que se escuchaban en la calle desde las ventanas . Los ecos del
organillero gitano con sus melodías de pasodoble en las esquinas, las parejas
de novios que se besaban en los portales con la moto de poca cilindra aparcada
en la acera, los comercios con sus estelas rojas y plantas navideñas a los
lados que regala el Ayuntamiento, el mismo en el que se producía la
concentración, a la que llegué atraído por lo que me pareció un canto a la
libertad, ya que escuchaba el famoso
adeste fidelis por el oído derecho, y la voz de nuestra bellísima
alcaldesa por el izquierdo. Me dirigí
hacia allí, si se me permite la expresión , con todo el cariño y respeto del
mundo, atraído por la fusión sonora de
ambas cosas, procesando en mi cerebro de forma ingenua, estando en esta fechas ,
y con el inaguantable run run debido a la polémica de una estatua dedicada a la
música donde antes estaba la cruz franquista, símbolo de la Paz en Vall d´Uixó, y que se
encontraba a escasos metros del Ayuntamiento. Imaginé, que estarían haciendo por parte de los
progresistas una versión del afeste
fidelis ska para contentar a todos.
Al llegar a las
puertas del Ayuntamiento empecé , no sé por qué, a emitir unos:
Gaua, guau, guau.
Me encontré de cara con un abogado, varios banqueros,
algunos terratenientes para los que había trabajado y sufrido sus latigazos.
Al verme me mostraron sus dientes.
Ahhhhhhhhhhh.
En ellos veía la cruz de los caídos por Dios y por España, y
no solo eso, sino el regreso del absolutismo carlista al grito de:
Dios, patria fueros, y negros fuera. Ska.
También pude ver a un par de amigos que estaban allí con
cara de poco convencidos, rezando algo
entre dientes, como el resto, incluida
las autoridades, cuyos rostros pude ver con detenimiento, delatando que no estaban allí muy a gusto entre eso olor
a chaquetas de armario llenas de polillas dispuestas a atacar como vampiros
para defender el capital y la explotación, o se si prefiere llamar a la mayor
de las violencia de cuantas existen, por encima de la de género, tan en la
punta de la lengua de la sociedad, y no es otra que:
La propiedad.
Causa de todos los males, también de la violencia de género.
Look- dijeron mis amigos señalándome sin sorprenderse de
verme allí yendo hacia ellos. No les
extraño que estuviera allí, ya que soy el único agricultor ecológico y de
proximidad local de toda Vall d´uixó, además de ser el “propietario” ocupador
que posee más huertos ocupados del municipio, es decir , sin amo más yo que no
lo soy en propiedad, y estaré como uno
de los número uno de la provincia de Castellón de ocupador de huertos, aunque los que me conocen saben que no me
gusta presumir de eso, también puedo presumir de ser de la persona cuya huella
ecológica es cero. El mundo no se entera de mi paso por él.
¿ qué hacéis aquí?
Estamos en la manifestación de propietarios- me explico
ELias.
Ah, ¿ era hoy? Lo escuché en la radio- lo tuve todo claro
menos que ellos estuviera allí.
Mis amigos, no eran propietarios y estaban en el bando de
los explotados trabajando en la naranja. asistían cabizbajos e indiferentes, al
igual que varias mujeres que trabajaban en los almacenes de naranjas. Se notaba porque
acudieron ataviadas con sus babis para guardar el minuto de silencio que se iba
a producir por la naranja en Valencia. Defunción cada vez más deseada por los
trabajadores, viendo como cada año perdían parte de su salario para que los
propietarios corrigieran sus perdidas cada vez también mayores. La muerte de la
naranja también era deseada por ecologistas, ya que cada vez se veía más nítidamente
el daño medio ambiental e
irreparable que había producido este
monocultivo en las tierras Valencianas. Había destruido la totalidad de las
aves, abejas, roedores, contaminando el aire, la tierra, el
agua, el mar, provocando una escalada de
cáncer sin precedentes, y sometiendo a los trabajadores de la
recolección a unas condiciones laborales de esclavitud. Esto era el resultado
de haber plantado naranjos no para el consumo local, sino a nivel planetario, y
para una elite de terratenientes que pensaron que solo Valencia tiene buen
clima. Jamás llegaron a tener claro que
en Sudáfrica, o en Andalucía, se pudiera plantar también naranjos. Por eso los terratenientes
Valencianos, estaban preocupados porque
otros países o regiones con clima similar esquilmaran tan bien el medio
ambiente como ellos, explotaran a las comunidades de personas de forma tan
eficaz como ellos; y esto ¡ Dios mío! ocurría en otros lugares
como Sudáfrica , sin ser ellos los protagonistas de la miseria de los no
propietarios de la tierra, como la habían sido de los valencianos sin propiedad. Inaceptable. Se
pasaban el micrófono para cerrar filas y proteger su apartheid naranjero
apaleando a la política, a la que exigían que protegieran sus intereses de
propietarios.
Aceptamos- les decían los políticos progresistas asustados por el miedo
antropológico y ancestral que ha dejado en la conciencia colectiva el criminal
propietario de la tierra, y la mala prensa de no ayudar al fuerte. Inaceptable
para los partidos incluso de izquierda, un suicidio electoral no estar con el
propietario y con el cacique.
Convertidos en poetas los propietarios, hoy les tocaba
hablar. Por primera vez se les escuchaba como lo hacen las comunidades
indígenas, asesinadas por los propietarios.
Fijaban en su discurso la
creencia popular de la belleza de un
paisaje uniforme Valenciano, con millones y millones únicamente de naranjos
fumigados desde la raíz hasta la copa, donde una hormiga no podía subir hasta
una naranja sin morir, de lo contaminado que estaba el árbol.-
Invocaban a los más duros de condicionar de las masas que
escuchaban a unas tradiciones inamovibles que teñían de color la vida de los
Valencianos por los siglos de los siglos ,como el manto de la Virgen en primavera.
Así hablaba el presidente de la principal asociación de
agricultores de Vall d´Uixó, un hombre muy preocupado por el sector que hablaba
con el corazón en la mano, y una sinceridad poco usual lo que provocaba que
tuviera que parar su discurso para que dejaran de aplaudir:
Pueblo de Vall d´Uixo ( aplausos) gesto de don Saturnino
pidiendo calma, venimos los propietarios al Ayuntamiento a que se nos
comprenda, porque el Ayuntamiento es
nuestro ( más aplausos, mirada de sonrojo de la alcaldesa) como propietarios
que somos de la tierra, los árboles, los frutos, queremos que nos entiendan de
una vez los sudafricanos, y no se
permita la entrada de naranja de Sudáfrica a Europa. ¿ qué es lo que hace el
blanco en Sudáfrica que permite que se les escape del país hasta la naranja?
Viva don Saturnino, ( vítores y más aplausos de los
asistentes)
Don Saturnino, pidiendo calma y prosiguió con su discurso:
Está tierra, la Valenciana , es insuperable para la naranja, no
puede ser otra, eso debe quedar claro en África, América, Australia y Asia.
Nuestro clima es envidiable hasta por los alemanes, que como sabemos no es
gente de envidias, ni guerra, que viene con frecuencia a visitarnos y a
felicitarnos.
Hay flores, tracas, alegría y horchata en cada esquina. A
cada huerto llega una acequia milenaria de aguas lentas y somnolientas con el
nombre de una santa virgen que alegra
nuestro carazones.
Voces de los abogados, los empresarios, los terratenientes:
Mejor no se puede revindicar Saturnino, eres el Mandela
Español de la naranja.
Voces gozosas y exaltadas se llenaron de éxtasis:
Viva la
Virgen de los desamparados que protege las flores y reina
sobre nuestras mujeres.
Ohhhhhhhhhh
Don Saturnino, se puso vehemente:
Pero en Sudáfrica, lo que allí nace, ojo, ojito, al dato…que
es de cuidado.
Es insano y está mal cuidado por el africano. De lo que allí
se cría, no lo debiera comer cristiano. Dicen que los
zulúes son peor que los moros, y nos están entrando por las fronteras con sus
productos, que es una forma de conquistarnos, por eso los agricultores hemos venido
al Ayuntamiento con nuestra alegría, y nuestros valientes corazones, a pedir,
que digo pedir, no nos arrodillamos, a exigir coño, un cordón sanitario para
los sudáfricanos y dar gracias a la
Virgen por ser valenciano y no mendelianos.
Paz y bien,
Viva valencia y la terreta.
Che.
Aplausos, se hacieron invocaciones a la virgen y se dio
hasta turno de voz a los manifestantes:
Un abogado y propietario, Don Damian no pudo más y gritó:
Desde que los han liberado a los negros, nos llega la ruina,
viva el látigo y las cadenas para los africanos.
Voz del mayor terrateniente y cacique del pueblo, y muy
famosos no solo en Vall d´Uixó, sino en España, porque en su juventud se hizo famoso por sus
carreras en globo, llegando a ganar el gran premio Loeve, en una carrera en Paris, así también famoso por su vida licenciosa y ociosa , donde solía
salir en la prensa amarilla. Quiso hablar y habló:
Don Saturnino, usted está liberando a los demonios de los
progresistas que han firmado los pacto pro globalización , nos trae la ruina
económica y el caos social a la moral y las costumbres, al final seremos zulúes
en vez de españoles.
Aplausos y Don Saturnino cerró su turno de palabra
agradeciendo las palabras de este terrateniente:
Gracias Alfonsin Devolon, tus divinas palabras siempre son
un bálsamos patriótico para nuestra
heridas dadas en nuestro costado por el ateismo, el socialismo, y el chavismo que impera en nuestra sociedad, son medicina
para los progresistas que hoy están con nosotros rectificando, cosa que debemos
acoger con entusiasmo, como lo haríamos si consiguieran quitar la sanciones a
Putin para que podamos exportar naranjas a Rusia, aunque no comportamos sus
ideas demasiado rusas para nosotros. Ahora doy la palabra a la alcaldesa.
Don Saturnino dio la vez a la alcaldesa:
Puede usted hablar alcaldesa.
La alcaldesa, dio unos pasos insegura, acabo metida entre
una muchedumbre de propietarios, como una preciosa que desentona entre la
naftalina que se respira.
Entonces, empezó hablando de una forma confusa, nadie
parecía entenderla. Es posible que estuviera
presa de sus contradicciones dialécticas. Pero seguramente nació de los más profundo y
hermoso de su ser.
El aire se conmueve,
lleva la alcaldesa a
Valencia en sus manos,
Todos la están velando, velando.
Cuando vengan los zulúes,
Nos encontrarán rezando
Cierra sus ojos, y ya nadie ve nada.
Huye- le gritan tendiéndole una mano,
que no puede cruzar
entre los torsos de hombres conservadores.
Tambores lejanos africanos
Se escuchan bajo los naranjos.
Un minuto de silencio recorre cada árbol.
Los ejército coloniales británicos han sido derrotados en
Isanwana
Huye- le gritan tendiéndole una mano,
que no puede cruzar
entre los torsos de hombres conservadores.
Lleva la alcaldesa una naranja en su mano,
Todos la están velando, velando.
Cuando lleguen los zulúes
Nos encontraran rezando
Con una naranja en la mano.
Ningún apartheid frenara a los sudafricanos
Los ingleses ya me comentaron en su retirada por Elche,
Cayeron sobre ellos los zulúes como rinocerontes desbocados,
No pudieron conversar las posiciones.
La luna de los valencianos está llena de espanto al escuchar
a los ingleses.
Y la Virgen
se santigua ataviada con su manto de
flores.
Valencia está perdida sin sus huertos naranjas,
sino pacta la paz con los de Sudáfrica,
Deben saberlo nuestros empresario
Huye- le gritan tendiéndole una mano,
que no puede cruzar
entre los torsos de hombres conservadores”
El violento silencio
llenó la plaza tras el turno de la alcaldesa, y los propietarios se fueron arrugados
como un pergamino con el silencio entre los dientes, mirando extrañados a la
alcaldesa.
EL organillero gitano que miraba en la esquina, curioso
empezó su incansable pasodoble, las motos enceladas de los muchachos enamorados sonaba ahogada
por las calles, la policía abrió el tráfico, la gente fluía por las esquinas
con la convicción de que el mundo era inabordable, y que habría que confiar en
una humanidad unida, apoyados unos en otros, y quizás, solo la fuerza colectiva
trabajando a favor del planeta y en contra del capital, pudiera hacer algo más soportable este duro papel que
nos ha tocado de vivir ,con una conciencia única entre el resto de seres vivos.
Angelillo de Uixó.
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